Aunque yo tenía tan sólo tres años cuando sucedió, aún lo recuerdo muy bien. Era una tarde soleada y salí al campo a montar a caballo con mi papá. A mi me dieron el caballo más viejito y más manso para poder disfrutar del paseo, mi papá eligió uno con brío y pasión.
Mi papá tenía muchos años de experiencia montando, y aunque a los tres años yo ya me sentía niño grande, hoy en día veo a una persona de esa edad casi como un bebé recién nacido; lógicamente yo no tenía tantos “kilómetros” recorridos en los lomos de los equinos.
Ya casi estábamos de regreso, cuando muchas abejas que salieron de su panal, asustaron a nuestros caballos. El mío, a pesar de que era el más seguro y tranquilo, se paró de manos. Yo en mi inexperiencia jalé la rienda, el peso le ganó y caímos los dos al suelo. Afortunadamente no nos pasó nada. ¡Después de la caída, me volví a montar!
Me gusta recordar esta historia para diferenciar entre lo que es riesgoso y lo que tiene riesgo. Montar a caballo tiene un riesgo, por más que el caballo tenga un temperamento relajado.
¡Pero lo que lo hace riesgoso,
es no saber montar!
Por lo tanto, gran parte de la ecuación se inclina no tanto hacia el caballo, sino al jinete. Tanto para mi papá como para mí, montar tenía un riesgo. Pero para mí, a mis tres años de edad, era más riesgoso.
Si convirtiéramos esta anécdota en una parábola, podríamos concluir que las inversiones tienen un riesgo, pero se vuelven riesgosas si las personas no saben invertir.
En artículos anteriores escribí sobre los dos modelos de inversión, y recalqué la importancia de elegir el segundo, que hablaba sobre tomar el control de nuestro propio dinero, sin dejarlo en las manos de los “expertos”.
Para complementar el tema, voy a criticar el dicho que dice:
“A mayor riesgo, mayor ganancia”.
En parte es cierto, pero olvidamos un elemento primordial que es la probabilidad; esta última es la que marca la principal diferencia entre apostar, especular, arriesgar, y lo que propiamente es invertir.
El hecho de que muchos inversionistas especulen, no quiere decir que las inversiones sean una apuesta. He observado que más bien son el arte de seguir un plan, con el apoyo de la ciencia y de técnicas financieras, que usan las probabilidades a su favor.
Dicho arte implica a un artista (inversionista), y esta persona reconoce que la inteligencia financiera, es una rama de la inteligencia emocional; así que en vez de hacerle caso a sus emocionantes ambiciones o miedos, mediante la especulación, prefiere “aburrirse”, siguiendo las “recetas”.
Siempre voy a ser defensor de que invertir no es riesgoso.
¡No invertir sí lo es, especular también!
Las preguntas más bien serían:
- ¿Soy lo suficientemente inteligente desde el punto de vista emocional?
- ¿La ambición o el miedo me hacen perder piso?
- ¿En el arte de invertir, pongo las probabilidades a mi favor para ganar rendimientos por encima del promedio, con menor riesgo?
Te deseo que adoptes esta regla que a mí me ha funcionado:
“¡A mayor educación y experiencia financiera, menor riesgo!”.
Por cierto, si te gusta apostar, no lo hagas en tus inversiones, mejor… ¡Invítame a Las Vegas!
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Mayique García (viernes, 07 septiembre 2018 13:07)
Me encantó este blog Sergio Orlando, sobre todo por la manera tan sencilla en la que explicas la importancia de Educarnos Financieramente, porque es la forma en la que minimizamos los riesgos. Como académica y profesionista, estoy convencida que es es indispensable, en estos momentos históricos, aprender nuevas habilidades y entender las tendencias del mundo dentro de la Nueva Economía.
Me encantó la analogía que hiciste de tu anécdota en el caballo entre la diferenciación del riesgo y lo riesgoso. Estoy totalmente de acuerdo contigo y te felicito por tu preocupación en ampliar el contexto de otras personas para que se animen a pasar a un cuadrante en el que está un 5% de la población pero el 95% del dinero. Gracias por ampliar mi contexto.
Georgina Quiroz (viernes, 07 septiembre 2018 22:38)
Me encantó la historia del caballo. Tiene todo el sentido, lo riesgoso es no estar educado al momento de invertir!
Juan Carlos López (sábado, 08 septiembre 2018 14:47)
Mi estimadísimo amigo, excelente enseñanza y reflexión que nos regalas con tu propia experiencia y aprendizaje, gracias por regalarme unos minutos de lectura provechosa y enfocada, y por contribuir a la expansión de la educación financiera que tanta falta hace. Saludos y todo el éxito.
Cristina Ramírez (miércoles, 19 septiembre 2018 15:30)
Sergio Orlando una anécdota que curiosamente comparto contigo, me llama mucho la atención el enfoque hacia tan interesante tema, pues concuerdo contigo, visitare tu blog constantemente y con gusto compartiré la información. Hay que aprender y tomar el riesgo para tener el control de mi economía.
Saludos, gracias.