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¿Me tengo que dar de alta para pagar impuestos?

“¡Estoy muy joven!”

“¡Apenas estoy empezando!”

 

“¡Me dicen que no lo haga!”

“¡Todavía no gano lo suficiente!”

 

“¡Me quitarían mucho de mis ingresos!”

 

“¡Nunca he declarado nada,

y ni cuenta se dan!”

 


Estos son algunos pretextos que mucha gente pone para no cumplir con sus obligaciones fiscales cuando se dedican a los negocios.

  

Pienso que la mayoría de nosotros, al menos una vez, hemos pintado al fisco como el malo de la película de nuestras finanzas.

 

Te sorprenderá lo que a continuación voy a escribir:

 

¡No lo es! Al contrario,

el fisco es uno de tus mejores amigos

si eres emprendedor.

 

“¡Qué! ¿Sergio, acaso te están pagando por

hacerle promoción a Hacienda?”

 

¡No, de ninguna manera!

Vamos a platicarlo de forma sencilla:

 

Cuando nos incorporamos a la población económicamente activa, sobretodo a un empleo formal, siempre estaremos dados de alta en el fisco. Los empleados saben negociar con su patrón aquello a lo que le llaman ingreso bruto (el total de lo que ganan), o ingreso neto (el total de lo que ganan menos los impuestos que pagan). 

 

El que todos los empleados formales reciben sin excepción es el neto; sus jefes se dieron a la tarea de no entregarles su total de ingresos porque tienen la obligación de pagar los impuestos por ellos

 

Me imagino que los pretextos que mencionamos al principio, en parte, tienen su origen en la explicación anterior. Para los empleados, es una realidad que los impuestos no les ayudan en nada. Para algunos pequeños emprendedores es lo mismo, sobretodo si trabajan con ciertos esquemas de pago por honorarios, o si sus clientes son personas morales (corporaciones).

 

Para los emprendedores que piensan y actúan en grande, independientemente de su nivel de ingresos, los impuestos son sus amigos. Las leyes protegen, en la mayoría de los países, a todos los que se esfuerzan por ayudarles a cumplir sus objetivos económicos y sociales. A los gobiernos les encanta que los apoyen a generar empleos.

 

Entre más empleos, más ingresos,

más inversión, consumo, producción

y crecimiento.

 

 “¿Quiénes son los que crean los empleos?”

 

“Los emprendedores, y por eso

las leyes fiscales están escritas a su favor”.

 

“¿Y de qué manera en específico

les ayudan las leyes fiscales

a los emprendedores?”

 

Permitiéndoles usar sus ingresos antes de pagar sus impuestos.

 

Los empleados y los empresarios que piensan y actúan en pequeño, primero ganan e inmediatamente después, pagan sus impuestos.

 

Los emprendedores que piensan y actúan en grande,

primero ganandespués utilizan sus ganancias y hasta el final, pagan sus impuestos. Adicionalmente, pueden deducir muchos de sus gastos y tener otro tipo de ventajas”.

 

“¿Me estás diciendo que los que piensan

y actúan en grande evaden impuestos?”

  

Por supuesto que no.

Lo que estoy diciendo es que la mayoría de los que piensan y actúan en grande, poseen educación y experiencia financiera; por lo tanto, aplican distintas estrategias fiscales totalmente legales”. 

 

Hay una línea entre evadir impuestos

y aplicar estrategias fiscales;

se llama cárcel.

 

No dudes en ningún momento darte de alta ante el fiscollevar una contabilidad formal de tu negocio y aprovechar las mismas ventajas fiscales que las grandes empresas usan en todo el mundo para construir un buen historialEste historial es el que te permitirá atraer cada vez más y más dinero a tu negocio.



Recuerda que:

 

Las inversiones y los negocios son un “deporte de equipo”

 ¡Asegúrate de tener a los mejores jugadores contables y legales contigo!


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